Contemos en Navidad una linda historia para los pequeños de casa
Ya se acerca Navidad y toda la órbita terrestre girará en torno a esta temporada. Así que no perdamos el tiempo y metamos la cabeza de lleno en su regazo. Disfrutando de una linda historia.
En esta oportunidad, viajaremos en el tiempo. Para conocer un poco de algunas cosas curiosas que solemos hacer en esta temporada. De la cual quizá no sabemos su origen. Esas cosas que cuelgan en las ventanas, el descanso de las escaleras, las chimeneas y en algunos pies de cama. Una oportunidad propicia para contar una historia de los curiosos calcetines de Santa Claus. Así, mismo como se cuelgan los calcetines, también los bastones
El mundo lo sabe y nosotros también lo sabemos. Pues, el uso del calcetín es para que pueda dejar los regalos Santa Claus, la noche de Navidad. Pero acaso ¿Sabemos cuándo empezó y de dónde partió esa linda costumbre que recorre al mundo en Navidad?
Tal como dijimos, los regalos de allí son directamente de Papá Noel o Santa Claus. En medio de la noche de Navidad los coloca allí con mucho cuidado y sigilo, para no ser visto por los pequeños de casa. Porque si no, pierde un poco la magia, la esperada sorpresa. En tanto que los otros regalos en el pie del árbol son de la familia para la familia. Costumbres muy bonitas que le propinan más magia a la Navidad. Hay quienes juegan a los amigos incógnitos durante largos días y la noche de Navidad es develado el secreto. Esta actividad se suele hacer entre amigos, el cole, la oficina, o los miembros de la familia en casa. A los pequeños divierte mucho estas actividades. Cultura que se extendió por toda Europa en Navidad y el mundo entero.
Y la historia fue regada y hasta hoy se cuenta
En cuanto al origen de colgar un calcetín y esperar hasta Navidad la gran sorpresa. Cuenta la historia, fechada en la Edad Media. Érase una vez un hombre, que era muy feliz con su esposa y sus tres hijas, al cual sobrevino una de las más grandes desgracias en el mundo. Pues, perdió a su esposa, quien murió de una repentina enfermedad. El pobre hombre quedó muy entristecido y hasta enloqueció. Hecho que lo hizo regalar y malbaratar todo su dinero, hasta la última moneda. Lo cual hizo que quedara muy pobre. El enajenado hombre y sus tres lindas hijas quedaron muy empobrecidos. Este hecho los llevó a vivir muy mal, a pedir en las calles y vivir de la caridad de los demás. Las jóvenes crecieron hermosas a pesar de todas las vicisitudes que atravesaban, hasta que les llegó el momento de casarse. Las tres eran casamenteras. Así que no fue difícil conseguir a tres pretendientes. Sin embargo, su casamiento se ponía muy lejos cuando su padre en ruinas, no podía ofrecer una dote para llevar a cabo esos matrimonios. Era una costumbre ofrecer una dote, de no ser así la boda no podía efectuarse. Las jóvenes entristecidas lamentaban su situación. Las embargaba la aflicción, pues temían quedarse solteronas y estando enamoradas. Se convirtió para ellas esa situación en el fin del mundo. Esta triste historia llegó a los oídos de Papá Noel. Quien mandó a comprobar sus terribles infortunios, quedando conmovido por la aflicción de las tres jóvenes y la de sus enamorados.
Muy cerca de este hecho estaba ya el día de Navidad. Así que justamente llegado ese día. Papá Noel arrojó tres monedas de oro por la chimenea de la casa de estas tristes jóvenes. Las monedas fueron a dar cada una en un calcetín de los que colgaban a secar en las paredes de la chimenea. Así que a la mañana siguiente fueron a buscar sus calcetines para colocárselos y soportar el frío del invernal de la temporada, consiguiéndose con la sorpresa de que cada una de ellas en su calcetín tenían una grande y linda moneda de oro. Fue un inesperado regalo de Navidad para ellas, y que las haría feliz el resto de su vida, poder formar una familia con el hombre que amaban cada una. Así que la boda de las tres pudo llevarse a cabo, tanto que la boda de las tres se llevó a cabo el mismo día. Gracias a Santa Claus y su regalo de Navidad pudieron hacer su sueño realidad.
Hay quienes tienen un hábito colgar su respectivo calcetín, y no porque esperen un regalo en físico. Si no, porque desean ver algunos sueños hechos realidad. Entonces, Navidad es propicia para pedir algunos deseos y que de acuerdo a la historia. El buen deseo pueda ser cristalizado. Así que animémonos a colgar nuestro calcetín de los deseos. En el árbol de Navidad o cualquier lugar de la casa.