La tradición es representar a Belén y el acontecimiento más grande de toda la historia del planeta.
Partiendo desde allí la Navidad se hace presente alrededor del mundo, aunque fue siglos más tarde, de igual manera dio origen a una de las fiestas más esperada de todos los tiempo.
Allí es donde se tejen muchas tradiciones sustentadas en una sola historia. Existe en Europa una disciplina legendaria llamada belenismo. Su actividad requiere la destreza en la construcción y el desarrollo de pesebres. La liturgia navideña parte de una tradición del catolicismo que está arraigada en Europa como otras partes del mundo.
Según algunos historiadores, la representación del nacimiento de Jesucristo para conmemorar la Navidad se hizo en una caverna carca a la Ermita de Greccio de la mano de San Francisco de Asis. Fue representada por animales.
Con una misa nocturna con mula y buey incluidos. Animales que solo mencionan los evangelios apócrifos justamente en Isaías, y reza textualmente “Conoce el buey a su dueño, al asno el pesebre de su mano. Israel no conoce, mi pueblo no discierne”
Más tarde se descubrieron unos pesebres representando el nacimiento de Cristo Jesús. En las Catacumbas de San Sebastián de Roma. Estando ya la mula y el buey como parte del mismo.
Volviendo a la representación que hizo San Francisco de Asís, se puede decir que su representación belénica fue verdaderamente humilde como de esperarse de un clérigo de su naturaleza humana y bondadosa. Se dice que para entonces Juan de Greccio vio un pequeño niño muy hermoso dormido en un pesebre y el padre Francisco lo tomo entre sus brazos y lo arrulló.
Entonces, empezó allí una tradición, que se llevaba a cabo cada año y lo denominaron el Pesebre de San Francisco. Cada año se hacía para renovar las esperanzas y ver milagros y curaciones. Las representaciones pasaron a ser de muchas maneras por todo el pueblo de Graccio y más allá.
Desde 1223 hasta nuestros días, se ha recorrido en una costumbre, que en algunos estratos se ha convertido en una bonita tradición. Y hasta competencia, se ha derivado concursos que las sociedades suelen amenizar y aplaudir. Con la única intención de deleitarse en esas majestuosas representaciones. Pues de ellos en diversas formas. Desde películas, vídeos, vivientes, humanizados, en diversos tamaños con diversos materiales, En multiformes culturas. Ya ni siquiera se le puede atribuir únicamente que a la religión católica, pues su representación inundó los espacios de otras religiones.
El belenismo es una tradición que ha echado raíces por el mundo y no busca más allá que representar el nacimiento del hombre más grande que haya nacido en la tierra. Así de esta manera es pieza clave e importante para celebrar las navidades. Y en un acto de profunda reflexión saber y entender que solo quiso nacer para brindar al mundo su amor y sacrificio.
El mundo vive la magia de los belenes
A los chicos les encanta ir a ver el Belén viviente, o participar en el cole como integrante del mismo. Es una emoción cada año ver a los pequeñines dispuestos a participar. Las representaciones gigantescas van en el mundo cada vez con más auge, moviendo más maquinarias. Mencionaremos algunos de forma aleatoria. Tal es el caso de Alemania, donde cada vez son más grandes. Chile un pesebre con mucha, luz, sonido y movimientos mecánicos. España con grandes Belenes traídos desde los confines del mundo.
Los pesebres en casa
Estos pesebres son una gran tradición de familias enteras, que han traspasado de generación en generación. Hay quienes los colocan en la entrada de la casa, otros al pie del Árbol de Navidad. En el jardín. Hay muchas personas que esparcen por toda la casa belenes minimalistas, en el baño, la cocina, las recamaras, el estudio y la sala. Son alumbrados con muchas luces para hacer brillar en la noche